jueves, 1 de agosto de 2013

A la caza del tesoro




 LOS ARQUEÓLOGOS AMATEUR DE  “A LA CAZA DEL TESORO” EN  NGC

Carlota Pérez-Reverte Mañas


Ya está en emisión. Se trata del nuevo programa de National Geographic llamado “A la caza del tesoro” y si creen que el título lo dice todo, craso error, porque hay todavía mucho que rascar si uno se para a leer detenidamente la presentación del programa.

Escoger una sola cita o un momento es prácticamente imposible, cada palabra es una auténtica joya, pero, por cuestiones de espacio, tendremos que sintetizar. Como punto de partida y para situarnos, podemos analizar la presentación de los dos sujetos protagonistas de estas hilarantes aventuras, Saylor y Wyant, alias “King” y “Ringly”. Para los lectores curiosos, dejo el link:






La verdad es que no tiene desperdicio. Podemos empezar con la expresión “Arqueólogos amateur” con la que se definen a sí mismos, aunque lo que en realidad me gustaría es terminar con ella. Hay Arqueólogos profesionales y amantes de la Arqueología, pero un arqueólogo amateur es sencillamente un expoliador. La Arqueología requiere estudio, especialización y experiencia. Implica una metodología rigurosa y mucho trabajo de biblioteca, campo y laboratorio, mucho trabajo previo a la excavación y posterior. Si es que hay excavación, cosa que no siempre ocurre. Pero prosigamos:

Provistos con un detector de metales, estos amantes de la aventura, la acción y la historia recorren Estados Unidos de costa a costa para descubrir los tesoros ocultos de su pasado.

Como buenos conocedores de la técnica del marketing, los responsables de elaborar la información han sintetizado con precisión quirúrgica la esencia del programa: Saylor y Wyant con su detector de metales y una pala agujereando aquí y allá para reconstruir la procelosa historia de los EEUU. Pero, por si quedan dudas y para dejar claro que no será un aburrido documental sino un chispeante espectáculo, recalcan:

“A la caza del tesoro” no es una serie sobre arqueología al uso. Los protagonistas de esta producción no son arqueólogos profesionales, sino dos entusiastas de la acción y la aventura, dispuestos a compartir con los espectadores del canal la emoción de seguir el rastro a piezas y objetos perdidos…



La negrita viene así en la Web que, con buen criterio, quiere recalcar los aspectos más importantes de este excepcional programa. También facilitan un enlace para conocer mejor a la entrañable pareja:


Aquí, National Geographic sigue dejando claro lo especiales que son sus chicos:

Los cazatesoros Tim Saylor "Ringy" y "King" George Wyant son historiadores de andar por casa que están fascinados con descubrir historias interesantes del pasado, y divertirse un poco en el proceso.

Porque ser riguroso y profesional no es divertido, como todos sabemos; aunque lo fascinante de este párrafo es eso de “historiadores de andar por casa”. Así, desenfadadamente, que no suene muy serio a ver si la gente no lo va a ver. Porque hay personas muy aburridas que dedican su vida a estudiar, investigar y documentarse y no queremos confusiones. Nuestros chicos son de andar por casa, amenos y asequibles. Volvemos al mismo concepto: señores, también ser historiador es fruto de años de estudio, también tiene un método y un trabajo detrás. Uno es amante de la Historia o historiador. Uno es arqueólogo profesional o amante de la Arqueología, pero no arqueólogo amateur o historiador de andar por casa.

En mi fuero interno fantaseo con la imagen del productor del programa acudiendo a la consulta del médico y una recepcionista que le dice: “Pues antes teníamos un médico con MIR y oposición, pero no era muy dicharachero ¿sabe? Ahora tenemos un médico amateur de andar por casa, pero con un carisma desbordante… Pase a la salita que ya verá qué risas.”  Y si el ejemplo parece excesivo, podemos probar con otras profesiones: arquitecto amateur, dentista amateur, profesor amateur, electricista amateur, abogado amateur, juez amateur, contable amateur… No inspiran confianza ¿verdad? Y sé, porque he podido comprobarlo, que aún habrá alguien que piense “Hombre es que estas son profesiones para las que realmente hace falta saber”. Bien, queridos, va siendo hora de que asuman que para ser arqueólogo también hay que saber.

Pero me gustaría que conocieran ustedes mejor a nuestra pareja, así que para ir cerrando les voy a dejar algunas perlas y un enlace al completísimo CV de los protagonistas que, créanme, me duele no poder reproducir y comentar aquí palabra por palabra. Todo está disponible en la propia página de National Geographic:

Saylor, natural de Iowa, se gana la vida programando para las compañías de seguros, Compró su primer detector de metales en la década de 1980… "Encontré tres monedas de plata, y me quedé enganchado con el proceso".

"La primera vez que me emocioné fue cuando vi que en realidad podríamos encontrar monedas, muchas" dice Wyant. … "Desde ese momento me enganché"

Son buscadores incansables, pasan largos días en el campo excavando innumerables agujeros para encontrar algunos humildes tesoros, mientras sueñan con extrañas monedas de oro con las que tropezar algún día .

Sobre sus CV… no voy a entrar en el asunto de los osos, las anacondas, el dolor físico de Wyant ante la perspectiva de tener que tocar un libro o el fallido grupo de rock de Saylor. Dejo a cada cual sus conclusiones porque, honestamente, no tengo palabras. Sólo recalcaré que estos dos sujetos con su detector y su pala están patrocinados por el National Geographic. Con todo lo que ello implica.



Y si nos ponemos un poco más serios,  lo preocupante no es tanto lo que hacen ni cómo lo hacen, sino el planteamiento y la imagen que traslada a la sociedad. Lo difícil que es ganar el pulso a cazatesoros de verdad (no a dos bestias pardas con una pala) cuando siguen rodeados de un aura de autoridad, misterio y aventura. Lo complicado que es defender que la Arqueología es una profesión sacrificada y seria, como cualquier otra, cuando estamos viendo lo divertido, lucrativo y “guay” que es coger el camino fácil, ignorando las consecuencias que eso tiene para un patrimonio que al fin y al cabo, es de todos. Los que piensen que es un caso aislado, pueden echarle un vistazo a este otro programa patrocinado por Discovery, que, como extra, añade algunos cartuchos de dinamita al combinado:  




O al nuevo anuncio de la ONCE de este verano.  http://www.once.es/new



Algunos también queremos nuestra parte: conocimiento, legado para nuestros hijos, y un patrimonio que no sea manoseado por amateurs con superávit de adrenalina. Eso si que es un tesoro.

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